MINI Cooper Cabrio (R52)

MINI Cooper Cabrio

  • Fecha: mayo de 2006
  • Unidades probadas: MINI Cooper Cabrio (R52)
  • Motorización: 1.6 (T16b3 116 CV) – Gasolina
  • Calificación: 4/5

Diversión y placer de conducción al aire libre

Al pequeño inglés tan sólo le faltaba en su variada oferta una versión descapotable. Existen varios cabriolet pequeños en el mercado, pero no hay ninguno como éste. Un MINI de por sí es divertido y agradable de conducir; el Cabrio mejora lo presente. Todo un capricho.

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Exterior

La versión cabriolet del MINI mantiene prácticamente la misma silueta que la versión de techo duro, así como las proporciones. Con el techo colocado, podemos abrir la parte superior nada más (como un techo eléctrico convencional) para disfrutar de la visión del cielo sin dejar todo el habitáculo al descubierto. La configuración puede cambiar a menos de 120 km/h y naturalmente, parados.

La capota se puede plegar/desplegar completamente en unos 19 segundos -detenidos- mediante accionamiento eléctrico. Cuando se halla plegada, ocupa un poco de maletero y queda al descubierto. Ambos mecanismos pueden accionarse con el telemando. En la versión Cooper, se puede elegir la capota en dos colores adicionales al negro: azul o verde, sin coste adicional.

Las ventanillas traseras se pueden bajar independientemente de las delanteras (en el MINI normal no), dependiendo del flujo de aire deseado en el habitáculo o de si se quiere circular con las ventanillas subidas, pero sin techo. Otra diferencia notable respecto al MINI «normal» es el portón del reducido maletero. Este se abre hacia abajo, facilitando la carga de ciertos objetos. Es posible colocar sobre la tapa un peso de hasta 80 kilogramos, si está bien repartido.

A diferencia del MINI One Cabrio, el Cooper aporta elementos estéticos adicionales, como espejos en color carrocería, las llantas de aleación y la parrilla delantera con borde cromado. Las llantas que viste nuestra unidad de pruebas son equipamiento extra, concretamente unas llantas Bullet de 5 radios valoradas en más de 1.300 euros, con neumáticos Runflat 205/45 R17.

MINI Cooper Cabrio

Interior

El habitáculo es muy similar al de sus hermanos de techo convencional. Es en la parte trasera donde la diferencia es más llamativa, ya que difícilmente dos adultos se pueden acomodar atrás; como en la mayoría de los convertibles, la carrocería se estrecha en la zona trasera. En el MINI normal, se podían sentar dos adultos sin que sobrase sitio para las piernas, pero en el Cabrio no hay dónde colocar los brazos y el respaldo queda muy vertical. Por lo tanto, estas plazas están pensadas más que nada para niños. Delante, siempre y cuando los ocupantes no rocen los 2 metros de altura, no hay problemas de espacio.

La apariencia del interior es de aspecto antiguo, ya que respeta en cierto modo su herencia del MINI clásico de BMC, con algún detalle de distinción como el forro del cambio y freno de mano en cuero. Si echa un vistazo a nuestras fotografías, podrá apreciar un simpático extra: varias piezas del interior tienen el mismo color de la carrocería. Una de las características del MINI es que es muy personalizable, tanto por dentro como por fuera. El interior ya nos pareció bastante satisfactorio en el MINI One D, si acaso con colores un poco tristes, pero como ya hemos dicho, se puede decorar al gusto particular de su dueño.

La ubicación de algunos mandos no convence mucho, como los elevalunas, situados en la consola central, al lado de los antinieblas, el seguro y la desconexión del control de tracción. No es muy difícil confundirse. Por otra parte, los huecos portaobjetos no abundan en número ni en capacidad. A su favor, la guantera tiene llave, lo que permite almacenar algún objeto suelto cuando el coche queda aparcado al descubierto. Además, tiene climatización y está iluminada. Los parasoles podrían ser un poco más grandes, al conducir al amanecer y atardecer podemos echar de menos más protección contra el sol.

El puesto de conducción es de lo mejor que hay, no sólo como coche pequeño, sino como cabriolet. Es muy fácil encontrar la postura adecuada y con la posición naturalmente baja del MINI, se garantiza el disfrute de la conducción y lo que es más importante, formar un sólo cuerpo entre conductor y coche, que aumenta la seguridad al volante. Se le puede criticar a los asientos el que están un poco duros, sobre todo en la zona del respaldo. Si circulamos por asfaltos deteriorados o en zona de baches, el confort se degrada un poco.

El nivel acústico es moderadamente reducido, teniendo en cuenta que hablamos de un convertible de lona plegable. Circulando a velocidades legales es perfectamente soportable. A cielo abierto y en ausencia de viento no hace falta gritar para comunicarnos con un acompañante. Con las ventanillas subidas, incluso en autopista es aceptable. Eso en cuanto a la sonoridad producida por la resistencia natural al aire, pero en lo que respecta al motor, suena poco hasta las 3.000-4.000 vueltas, por encima tienen un «canto» muy agradable. Su sonido se agradece para los pasajeros y para los que estén cerca del coche. En los baches, oiremos algún que otro crujido estructural, algo normal en este tipo de vehículos.

El confort climático sin techo y ventanillas bajadas se ve afectado por las corrientes de aire, por lo que es aconsejable viajar sin capota cuando la temperatura exterior sea suave. También se puede disfrutar sin capota en pleno invierno, con la ropa adecuada, unos guantes y la calefacción accionada para los pies. La calefacción para los asientos es un extra a tener en cuenta si es aficionado a los paseos fresquitos.

La visibilidad sin techo es muy buena, como era de esperar, pero la línea del horizonte a través del espejo retrovisor queda un poco tapada por la lona plegada. Con la capota puesta el panorama es muy diferente, ya que la visibilidad en los ángulos diagonales traseros es deficiente y la luna trasera integrada en la lona es estrecha. La situación empeora con precipitaciones o cuando se ensucia, ya que no monta un limpialuneta, al menos es desempañable.

La cara negativa de sumar «MINI + convertible» se nota aparte en el maletero. El volumen de carga es bastante reducido, poco más de 150 litros. La capota plegada resta un poco de espacio, dejando la capacidad neta en 120 litros. Sin embargo, en un viaje de sólo dos personas o una, se pueden abatir los asientos traseros y disponer de un espacio de carga de 605 litros, más que suficiente. Al fin y al cabo, no es un familiar. La rueda de repuesto no hay que buscarla (opcional), ya que el MINI emplea neumáticos antipinchazo.

Un interesante equipamiento es el deflector de viento, que es incompatible con llevar pasajeros atrás. Se guarda plegado en el maletero en una bolsa especial. Desplegarlo e instarlo se hace relativamente rápido, en cambio, para guardarlo, hasta que no le pillemos el truco, un poco de trabajo si que nos va a costar. Sin esta pieza, se reduce un poco el confort por el aire que penetra en el habitáculo.

MINI Cooper Cabrio

La conducción

Toda la gama MINI gasolina monta propulsores de 1.598 cc, pero no son de origen BMW. En el caso del Cooper, la potencia es 116 CV, término medio entre los 90 CV del One y los 170 CV del Cooper S. Con este propulsor el MINI Cabrio se mueve con cierta alegría, pero el coche se muestra un poco pesado. Con un uso exigente del coche, ya sea en adelantamientos, puertos de montaña o conducción rápida, se echa de menos más potencia.

Nuestra unidad de pruebas, con la suspensión deportiva y los neumáticos 205/45, permitía circular más fuerte de lo que naturalmente ofrece el motor. Desde la suspensión básica, el MINI es una referencia en su segmento en cuanto a estabilidad y comportamiento. Por tanto, no le vemos mucho sentido a instalar la suspensión deportiva en este modelo. Las recuperaciones no son especialmente brillantes: de 80 a 120 km/h 11,6 segundos en 4ª y 14,4 en 5ª. El MINI One diésel de 88 CV saca los colores al Cooper Cabrio en las recuperaciones, con 2-3 segundos de diferencia. Al ser más pesado y con la aerodinámica menos eficaz que un MINI convencional, las prestaciones son peores que las del MINI Cooper de techo duro.

En su favor hay que decir que el consumo es bastante contenido, con una media real de unos 6,5-6,9 litros de gasolina cada 100 km (con 98 octanos; funciona sin problemas con 95 octanos). El gran depósito del MINI de 50 litros consigue que la autonomía se acerque a los 800 kilómetros, una cifra muy buena para un coche de este tipo.

El comportamiento del coche es estupendo, así como su manejo. El ADN de BMW se nota, y mucho. La dirección servohidráulica no tiene un tacto muy cómodo en aparcamientos o giros a baja velocidad, pero es muy precisa y directa en carretera. Los balanceos de la carrocería son muy leves, no hay curva que se le resista. La sensación es muy parecida a la de conducir un kart, por su bajo centro de gravedad y la distancia entre ejes. Circular con el MINI por carreteras complicadas, disponiendo de buen asfalto, es un pequeño placer. Sin embargo, cuando el firme no tiene mucha calidad, se acusan los rebotes de la suspensión en las posaderas.

MINI Cooper Cabrio

Equipamiento

Comparando el Cooper Cabrio con otros coches similares de su categoría, dispone de un nivel de equipamiento adecuado, aunque los 22.300 euros que se piden por él se consideren elevados. Dependiendo de la profundidad de su bolsillo, MINI ofrece multitud de accesorios, packs y extras de todo tipo, desde personalización exterior hasta navegador GPS. En cuanto al equipamiento de serie, destacamos el aire acondicionado con climatizador manual, radio CD, asistencia al aparcamiento, elevalunas eléctricos, faros antiniebla, neumáticos antipinchazo con sensor de presión, cierre centralizado automático, telemando, accionamiento eléctrico de la capota, luneta térmica, etcétera. Si entra en la página web de MINI e inicia el configurador, puede entretenerse durante horas preparando su MINI ideal. Los rivales del pequeño BMW no ofrecen tantas posibilidades.

La seguridad también es importante en un vehículo de este tipo. La protección contra los vuelcos la proporcionan los arcos metálicos traseros, por encima de los cabeceros posteriores. En un accidente de este tipo minimizan las consecuencias, siempre y cuando todos los ocupantes lleven puesto el cinturón de seguridad. Además, contamos con frenos ABS, control de frenada en curva, control de tracción, cuatro cinturones mas cabeceros y airbags para conductor, pasajero y laterales. En las plazas posteriores no se montan airbags. Quedan opcionales el control de estabilidad DSC (bastante económico, 359 €) y la desconexión del airbag de pasajero si llevamos un bebé en asiento en sentido inverso a la marcha.

MINI Cooper Cabrio

Valoración general

MINI Cooper 1.6

A favor En contra
– Diversión y placer de conducción. Muy estable – Recuperaciones largas, un poco pesado
– Sonoridad contenida, posibilidades de cabriolet – Plazas traseras incómodas para adultos. Visibilidad trasera
– Seguridad activa y pasiva – Precio de salida y de opciones elevado

El MINI de por si es un coche exclusivo, no muy accesible para las economías más modestas. El querer encima que sea descapotable, aumenta lógicamente el desembolso en el concesionario. Dejando a un lado las cuestiones económicas, el MINI Cabrio es una opción de las mejores entre sus rivales y como convertible en general, si priman las reducidas dimensiones y el placer de conducción.

En sus manos queda la decisión de escoger el One, Cooper o Cooper S, dadas las diferencias de precio que hay entre ellos. El One Cabrio sale por casi 19.000 euros en cambio manual, mientras que el Cooper Cabrio son 22.300 euros (ganamos 26 CV y equipamiento), o el exclusivo Cooper S, que supera los 27.000 euros, además, en cuanto a prestaciones, la diferencia es bastante amplia. Actualmente no se puede optar por una versión diésel en carrocería convertible.

A modo de síntesis, el Cooper Cabrio es un convertible pequeño con cierta marcha, pero está lejos del nivel de prestaciones que ofrece el Cooper S Cabrio. Si no es muy exigente con las prestaciones y piensa usar el coche para desplazamientos habituales o paseos tranquilos, quedará satisfecho con el Cooper. Si además es de los que se toma las cosas con más tranquilidad y no suele adelantar ni vive en una zona de orografía difícil, el modelo de 90 CV (One Cabrio) sería suficiente.

Por último, si el hecho de poder quitar la capota no le parece tan importante, el ahorro es muy grande. Un MINI Cooper de techo duro anda por los 18.000 euros, como el Mini One D, que probamos hace unos meses y en prestaciones no tiene nada que envidiar al Cooper. Fuera de MINI conviene mirar el Mitsubishi Colt CZC, Opel Tigra, Mazda MX-5, Citroën C3 Pluriel, Peugeot 206 CC… a igualdad de presupuesto se gana en prestaciones y en equipamiento, aunque no tienen ese «algo» que hace a los MINI diferentes a los demás.

Prueba relacionada: MINI One D (2004)

Características técnicas

MINI Cooper 1.6

  • Cilindrada: 1.598 cm³
  • Motor: 4 cilindros transversales (116 CV)
  • Par máximo: 150 Nm CEE a 4.500 RPM
  • Peso en vacío: 1.250 kg.
  • Velocidad máxima: 193 km/h
  • Aceleración de 0 a 100 km/h: 9,8 s
  • Transmisión: Manual de 5 velocidades
  • Consumo urbano: 10,1 l/100 km
  • Consumo extraurbano: 5,7 l/100 km
  • Consumo mixto: 7,3 l/100 km
  • Combustible: Gasolina sin plomo
  • Capacidad del depósito: 50 litros
  • Capacidad del maletero: 120 a 605 litros
  • Neumáticos: 175/65R15 84 H – 5,5 J x 15 aleación ligera

MINI Cabrio (R52)

Créditos: Carlos del Valle Cifuentes

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