- Fecha: marzo de 2006
- Unidades probadas: C 350 Berlina 7G Avantgarde (W203) y C 350 Sportcoupé 7G-Tronic (CL203)
- Motorización: 3.5 V6 (E35 272 CV) – Gasolina
- Calificación: 4/5
- EuroNCAP: 5/5 (berlina), 33 puntos (ver informe completo)
Potencia, porte y educación
Dentro de la gran gama de turismos del fabricante germano, nos centramos en la clase C. La protagonista de la prueba es la mecánica V6 de 3.5 litros asociada a la transmisión automática 7G-Tronic; el mayor escalón de potencia de 6 cilindros disponible para esta familia de modelos. Hemos probado esta combinación mecánica en la carrocería coupé y berlina, con resultados muy similares.
Exterior
La oferta de la clase C de Mercedes contempla 3 tipos de carrocería: deportivo, berlina y familiar. En primer lugar, el Sportcoupé combina la línea de la berlina con un toque adicional de deportividad, más atractivo para quienes vean la berlina como un coche demasiado serio. Sus dimensiones son 4,343 m de largo, 1,728 m de ancho y 1,406 m de alto -es decir, 18 cm más corto que la berlina.
Se observan algunas diferencias respecto a sus hermanos mayores, sirvan de ejemplo la parrilla frontal (contiene el escudo mercedes y no está partida en dos), la forma de la toma de aire inferior, menor detalle de embellecedores, grupos ópticos traseros, etc. El alerón trasero, perfectamente integrado con el maletero y los grupos ópticos, supone un notable plus estético, pero estropea la visibilidad del horizonte a través del retrovisor central.
La berlina por su parte tiene un aspecto más señorial, sin renunciar a su línea deportiva. La carrocería de 3 volúmenes mide 4,526 m de largo, 1,728 m de ancho y 1,430 m de alto. La diferencia en altura repercute sin lugar a dudas en la mejora de la habitabilidad de las plazas posteriores en altura, además, ahora hablamos de 5 plazas; el Sportcoupé sólo dispone de 4. La capacidad del maletero es de 455 litros, más que suficiente para la mayoría de las necesidades.
En cuanto a la versión familiar (15 mm más larga que la berlina), el maletero no es mucho más grande, su volumen es de 470 litros. Las ventajas que aporta sobre la berlina son: piso de carga más diáfano, red portaequipajes y toma de 12 v en el maletero, sin olvidar las barras longitudinales de techo y los portaobjetos de la zona de carga.
Mediante desembolsos adicionales, se puede aumentar el carácter deportivo instalando kits proporcionados por el fabricante. El máximo exponente lo supone el exclusivo paquete AMG, compuesto por modificaciones en paragolpes y faldones, llantas de 17 pulgadas de diseño específico, neumáticos 225/45 delante y 245/40 detrás; su coste es de casi 5.000 euros.
Interior
Sin llegar a un nivel de lujo muy elevado, la Clase C acoge a sus ocupantes en un ambiente elegante con buenos materiales de serie, mejorables mediante extras tanto a la vista como al tacto. Cuando hablamos de Mercedes, hablamos de confort y comodidad, pero conviene hacer algunos matices al respecto. Por ejemplo, en cuanto a la presentación, hay algunos materiales que desentonan junto a otros de mejor apariencia, basta con mirar las alfombrillas. Si analizamos la sonoridad, es casi perfecta. El nivel acústico en el interior se mantiene muy contenido, ya sea rodando a 50, a 90 o incluso a 160 km/h.
El roce aerodinámico apenas se hace notar y el motor más que oírse, se siente; sólo hace un poquito de ruido cuando pisamos el acelerador a fondo o abusamos del programa deportivo de la transmisión 7G. Llegados a este punto tal vez se pregunte por qué hemos dicho «casi perfecta», la respuesta le cogerá por sorpresa: el difusor central de aire del salpicadero. Si por las condiciones climáticas exteriores tiene que ir el aire acondicionado a media/alta potencia (está controlado de forma automática) el difusor mencionado sonará más que el motor. El confort térmico se ve favorecido por los difusores de aire traseros y según versiones, por los cristales tintados.
La habitabilidad es estupenda en la berlina y familiar, mientras que en el Sportcoupé se nota menos espacio para las piernas atrás. Encontramos mejorables en los asientos su leve dureza y la regulación semi manual, que no nos convence teniendo en cuenta el segmento y el precio. En las plazas delanteras de la clase C se viaja de maravilla en términos de espacio y de confort, lo mismo se puede decir de las plazas traseras. La plaza central se queda un poco corta para un adulto y el respaldo es más duro que en las demás. Al prescindir la carrocería coupé de la plaza central trasera, queda garantizada la comodidad de los 2 pasajeros de esa zona para hombros y brazos. Cabe mencionar, como detalle curioso, el sistema de abatido de los reposacabezas traseros. Con sólo pulsar un botón, el conductor puede devolver los cabeceros a la posición horizontal para mejorar su visibilidad. Se echan de menos ciertos huecos portaobjetos o luces de cortesía traseras en Sportcoupé.
A la hora de sentarnos al volante, nos damos cuenta de algunas soluciones Mercedes que facilitan el manejo, aunque su ubicación nos confunda en un primer momento. A mano izquierda, observamos que los mandos de los elevalunas están en una posición un poco baja, que aconseja su manejo mediante el tacto. Al levantar la vista hacia el volante, notamos que hay 2 palancas a la izquierda: luces/limpiaparabrisas y limitador/regulador de velocidad. Será necesario acostumbrarnos a su manejo, ya que es fácil confundirse. Por ejemplo, accionado el intermitente para salir de una rotonda podemos activar sin querer el limitador de velocidad y notar que el coche no sigue acelerando. El espacio donde tradicionalmente se coloca la palanca para los limpiaparabrisas está ocupado por la llave, de inserción hacia el salpicadero. La razón hay que buscarla en la seguridad; en un accidente existe mayor riesgo de lesiones con las llaves tradicionales, sobre todo para las rodillas.
La consola central está acaparada por el equipo de música de un sólo CD, y se observan varios botones sin funciones asignadas. En condiciones de intensa luz, como un día soleado, resulta complicado leer las informaciones de la pantalla. El climatizador básico, por su parte, parece sacado de otra época y no es tan intuitivo de manejar como el de modelos de la competencia de cualquier segmento, incluyendo utilitarios. Más hacia abajo, el freno de mano no es convencional, se puede accionar a voluntad mediante un tirador situado al lado de la puerta y con un pedal pegado al mecanismo de apertura del capó (difícilmente confundible con el pedal de embrague, inexistente en modelos automáticos). No obstante, el coche pone y quita el freno de mano de la misma forma que lo haría un conductor humano de forma automática. Al prescindir de él, se gana espacio para alojar algunos objetos.
La conducción
Las dos unidades que tuvimos ocasión de probar tenían como denominador común el motor E35 3.5 V6 de inyección multipunto, de ubicación longitudinal, que eroga 272 CV de potencia máxima a un régimen de 6.000 RPM. Diversas mejoras en la admisión y combustión permitieron un notable aumento de potencia respecto al motor que sustituyó reduciendo el consumo y las emisiones contaminantes. Por otra parte, nuestros C 350 contaban con la transmisión automática de 7 relaciones de Mercedes-Benz, que, a falta de mejor calificativo, es sensacional. Las relaciones de cambio están separadas por poco margen, es decir, las transiciones de régimen del motor en los cambios son muy suaves, prácticamente imperceptibles. Según el fabricante, se mejora la aceleración y se reducen levemente los consumos frente a la caja manual de 6 velocidades, que no está disponible para el propulsor V6 que comentamos. La función kick-down del acelerador reduce a la marcha adecuada para el máximo empuje -como adelantamientos- sin pasar por las relaciones intermedias, pero tarda un poco en reaccionar. La caja tiene 3 programas: confort (C), deportivo (S) y semiautomático (M).
El motor no sólo es potente, además tiene unos exquisitos modales. Puede que al pisarle no parezca que nos movemos mucho más rápido, pero nos engaña el aislamiento acústico del coche, en realidad somos objeto de fulgurantes recuperaciones o de elevadas velocidades de crucero sin que seamos conscientes si no estamos pendientes del velocímetro y tacómetro. Afortunadamente, el regulador/limitador de velocidad está ahí y nos ayuda a dominar a la caballería disponible a nuestros pies. El limitador se anula pisando a fondo, mientras que el regulador se anula acelerando, frenando y cuando interviene el ESP. La suavidad predomina en su comportamiento sea cual sea el estilo de conducción, el brío lo saca a relucir cuando le hacemos girar a elevados regímenes; en caso contrario será muy silencioso. Desde el exterior del coche puede llegar a notarse ruido, pero el habitáculo lo amortigua a la perfección.
La entrega de potencia es muy progresiva desde muy bajas vueltas, sin saltos, mientras que el par máximo -nada más y nada menos que 350 Nm- es prácticamente constante entre 2.500 y 5.250 RPM aproximadamente. No tiene el mismo rendimiento que el 3.0 de BMW de 6 cilindros en línea o el 3.2 FSI V6 de Audi, que dan prácticamente el mismo par motor con menos cilindrada y en el caso de BMW, sólo 4 CV menos. Desde el mínimo consumo que registramos (7,3 litros/100 a lo largo de 50 km a 80-100 km/h), pasando por el registro medio (10,5 litros/100), llegamos a los 12-14 litros de media que registraba el ordenador conduciendo de forma alegre con el programa Sport seleccionado. La autonomía se sitúa por tanto entre los 700 y los 550 kilómetros, dependiendo del ímpetu del conductor a la hora de apretar el acelerador. El consumo del Sportcoupé y la berlina son prácticamente iguales. El familiar gasta un poco más, ya que pesa 50 Kg adicionales y las barras del techo le hacen menos aerodinámico.
Como la clase C es de tracción trasera (propulsión) los excesos de aceleración se notan en las curvas y en firmes con baja adherencia, sin embargo para forzar un sobreviraje hay que rodar muy fuerte -de serie contamos con el control de estabilidad y de tracción en toda la gama. Si necesitamos mucho agarre, existe una versión de tracción integral -denominada 4Matic- para la berlina y familiar con este propulsor, con un cambio de 5 relaciones automático. Las suspensiones de serie son suficientes para sujetar al coche en condiciones generales, es en conducción deportiva cuando se echa en falta un poco de firmeza de los amortiguadores. Para los adeptos a este tipo de conducción, hay trenes de rodaje deportivos que incrementan el agarre sin mermas notables de confort. Los frenos se mostraron contundentes y eficaces en todas las condiciones a las que les sometimos, prácticamente siempre en seco. La frenada de emergencia es muy eficaz gracias a las ayudas electrónicas, la potencia del servofreno y el tamaño de los frenos de disco (330 y 290 mm respectivamente). El coupé se comporta prácticamente igual que la berlina, sólo se muestra un poco más nervioso.
Conducir un Mercedes de este porte es siempre una experiencia diferente para quien no está acostumbrado. Con el C 350, el conductor se encuentra absolutamente a gusto con su máquina, apenas podemos encontrar pegas en este aspecto del coche. Tan sólo notamos ciertas molestias aparcando, cuando la dirección está más dura de la cuenta o estacionando en cuesta; hay que tratar el acelerador con mucho cuidado, ya que en un primer momento puede parecer que el coche no sube y pueden ser necesarios los servicios de un chapista si estamos muy próximos a otros coches.
Equipamiento
No es ningún secreto que los automóviles Mercedes no son precisamente baratos. Los modelos de 3.5 litros van asociados a terminaciones adicionales a la básica obligatoriamente. Destacamos del equipamiento básico el climatizador, ordenador (sin económetro), llantas de aleación, apoyabrazos con compartimento delantero y trasero, radio CD, dirección asistida, cristales calorífugos, antinieblas, etc. De nuestro C 350 berlina, en terminación Avantgarde, obteníamos además: bolsas en respaldos delanteros, volante y cambio en cuero, retrovisores abatibles antideslumbramiento, cinturones en color equipamiento… Se observan algunas lagunas de equipamiento -son 50.000 euros de coche- como la asistencia al aparcamiento, asientos de regulación eléctrica con memoria, cargador de CDs, filtros de partículas para los diésel… En pocas palabras, no está mal, pero se puede mejorar. La lista de extras es numerosa y cómo no, sus importes son un poco caros.
En cambio, en seguridad activa y pasiva, es de justicia mencionar las bondades de la clase C. Desde hace varias décadas, Mercedes se ha preocupado por aumentar el nivel de seguridad de sus vehículos, siendo de los primeros fabricantes en adoptar los frenos ABS, los cinturones con pretensor, airbags… Cinco estrellas EuroNCAP (berlina) avalan actualmente este esfuerzo de ingeniería. Excepto los airbags laterales posteriores y los anclajes ISOFIX, que no entendemos cómo no son equipamiento base, contamos de serie con los siguientes elementos: cinturones de seguridad con pretensores y limitador de esfuerzo, airbags (conductor, pasajero, cortina, laterales delanteros), reposacabezas activos NECK-PRO delanteros (traseros convencionales) y botiquín. Por si fuera poco tenemos ESP con control de tracción en toda la gama, frenos ABS y asistencia a la frenada de emergencia BAS, sin olvidar los chivatos de abrochado de cinturón. El regulador/limitador de velocidad de serie completa el equipamiento de seguridad.
Valoración general
C 350 Sportcoupé 3.5 V6
A favor | En contra |
---|---|
– Carrocería atractiva | – C 320 CDI no disponible |
– Motor y cambio excelentes | – Detalles de interior |
– Confort y seguridad | – Un poco caro |
C 350 Sportcoupé 3.5 V6
A favor | En contra |
---|---|
– Habitabilidad y maletero | – Rendimiento y precio frente a C 320 CDI |
– Motor y cambio excelentes | – Detalles de interior |
– Confort y seguridad | – Precio elevado. Opciones caras |
C 350 Sportcoupé 3.5 V6
A favor | En contra |
---|---|
– Habitabilidad y maletero. Versatilidad | – Rendimiento y precio frente a C 320 CDI |
– Motor y cambio excelentes | – Detalles de interior |
– Confort y seguridad | – Precio elevado. Opciones caras |
Los tres modelos analizados comparten como virtudes el agrado del motor y transmisión, así como el nivel de confort y seguridad. Si le gustan los Mercedes -y se lo puede permitir- puede elegir entre un seductor coupé, una berlina elegante o un familiar distinguido, funcional y seguro. En cuanto a los factores que no favorecen estas elecciones, en primer lugar está el precio.
Los 350 están en desventaja respecto a los C 280 y los C 320 CDI diésel por márgenes de 4.000-6.000 euros, mucho tiene que gustarnos el comportamiento de este motor o valorar el aumento de equipamiento para desechar estas 2 últimas opciones. El propulsor V6 turbodiésel no tiene apenas nada que envidiar al 3.5 gasolina, consume menos y es considerablemente más económico.
Si desea conocer alternativas, le podemos sugerir otros modelos parecidos en potencia y precio. Competidores del Sportcoupé tiene a BMW 330i coupé, Audi A3 3.2 FSI, Alfa Romeo Brera, Golf R32… berlinas tiene a BMW 330i, Audi A4 3.2 FSI, VW Passat 3.2 FSI Highline, Honda Legend (a finales de año)… y en familiares puede contemplar BMW 330i touring, A4 Avant 3.2 FSI, Passat Variant 3.2 FSI, Subaru Legacy 3.0R Spec. B SW, etc. Automáticos o manuales, usted elige.
Otras posibilidades más accesibles en la propia clase C con más de 200 CV, destacan el C 230 y C 280 en gasolina; en turbodiesel -exceptuando el Sportcoupé- el C 320 CDI de 6 cilindros y 224 CV se perfila como una elección muy acertada. Independientemente de la potencia, los Mercedes limitan su velocidad máxima a 250 km/h como máximo, incluyendo el monstruoso C 55 AMG de 367 caballos y 5.5 litros de cilindrada.
Características técnicas
C 350 Sportcoupé 3.5 V6
- Cilindrada: 3.498 cm³
- Motor: 6 cilindros en V (272 CV)
- Par máximo: 350 Nm CEE a 2.400 RPM
- Peso en vacío: 1.540 kg.
- Velocidad máxima: 250 km/h
- Aceleración de 0 a 100 km/h: 6,2 s
- Transmisión: Automática de 7 relaciones
- Consumo urbano: 13,9 l/100 km
- Consumo extraurbano: 7,3 l/100 km
- Consumo mixto: 9,7 l/100 km
- Combustible: Gasolina sin plomo
- Capacidad del depósito: 62 litros
- Capacidad del maletero: 310 a 1100 litros (asientos abatidos)
- Neumáticos: 225/45 R17 – 7,5 x 17
C 350 Berlina 3.5 V6
- Cilindrada: 3.498 cm³
- Motor: 6 cilindros en V (272 CV)
- Par máximo: 350 Nm CEE a 2.400 RPM
- Peso en vacío: 1.555 kg.
- Velocidad máxima: 250 km/h
- Aceleración de 0 a 100 km/h: 6,4 s
- Transmisión: Automática de 7 relaciones
- Consumo urbano: 13,9 l/100 km
- Consumo extraurbano: 7,3 l/100 km
- Consumo mixto: 9,7 l/100 km
- Combustible: Gasolina sin plomo
- Capacidad del depósito: 62 litros
- Capacidad del maletero: 455 litros
- Neumáticos: 225/45 R17 – 7,5 x 17
C 350 Familiar 3.5 V6
- Cilindrada: 3.498 cm³
- Motor: 6 cilindros en V (272 CV)
- Par máximo: 350 Nm CEE a 2.400 RPM
- Peso en vacío: 1.600 kg.
- Velocidad máxima: 250 km/h
- Aceleración de 0 a 100 km/h: 6,5 s
- Transmisión: Automática de 7 relaciones
- Consumo urbano: 14,2 l/100 km
- Consumo extraurbano: 7,8 l/100 km
- Consumo mixto: 10,2 l/100 km
- Combustible: Gasolina sin plomo
- Capacidad del depósito: 62 litros
- Capacidad del maletero: 470 a 1354 litros (asientos abatidos)
- Neumáticos: 225/45 R17 – 7,5 x 17
Mercedes-Benz C 350 (W203) y C 350 SportCoupé (CL203)
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Créditos: Prensa MB, Carlos del Valle Cifuentes