Ford Mondeo 2.2 TDCi Titanium X (II)

Ford Mondeo 2.2 TDCi

  • Fecha: Octubre de 2005
  • Unidades probadas: Mondeo 4p (II) Titanium X
  • Motorización: 2.2 Duratorq (ZSD-422 155 CV) – Diesel
  • Calificación: 5/5
  • EuroNCAP: 4/5, 28 puntos (ver informe completo)

Sin duda alguna el Ford Mondeo es una de las berlinas de más éxito en la vieja Europa desde 1992. Recientemente la gama fue renovada con leves cambios estéticos y una nueva motorización de gasolina. Entre todas las versiones, analizamos una de las más interesantes, el 2.2 TDCi Titanium X, que asocia un magnífico propulsor diésel de 155 CV con una imagen agresiva y deportiva, buen equipamiento y un precio bastante razonable.

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Exterior

A la mayoría de nuestros lectores les será familiar la silueta del Mondeo, pero si afinamos la vista desvelamos detalles interesantes a lo largo y ancho de la carrocería de la versión Titanium X. Quizás lo más llamativo son sus llantas de aleación de 18 pulgadas y siete brazos, que calzan unos neumáticos 225/40, con un perfil no exageradamente bajo, pero a la altura de los más exigentes.

La parrilla central cromada y otras inserciones metálicas brillantes hacen que el Titanium X se desmarque de otros Mondeos, logrando una imagen más agresiva y musculosa. La gama sufrió ciertos retoques estéticos a principios de verano; son bastante leves, a destacar el nuevo diseño de los faros antiniebla delanteros y de los grupos ópticos traseros, cambiando el tipo «círculo» por uno tipo «zarpazo» (visto en algunos modelos de Mercedes-Benz) y remodelaciones en los paragolpes y la parrilla frontal.

Como curiosidad para los fanáticos de los detalles, descubrimos que el tubo de escape, que en un principio parece «directo» (es decir, orientado horizontalmente, como en los modelos de gasolina), tiene disimulado en su interior el escape típico de un diésel. En realidad, los humos van orientados hacia abajo. A menos que nos acerquemos mucho al tubo, la verdad es que da el pego.

Ford Mondeo 2.2 TDCi

Interior

No es un Audi, ni un BMW ni un Mercedes, pero el acabado del interior está muy logrado y se aproxima a sus competidores Premium alemanes, más caros. Forman parte de este acabado —Titanium X— la multitud de inserciones metálicas en el tablero de instrumentos, consola central, volante, etc y volante, cambio, freno de mano… en cuero. Si además añadimos los asientos deportivos con alcántara y cuero, la calidad percibida es alta. Desentonan un poco algunos plásticos del salpicadero y de la parte baja de los asientos.

Este Mondeo por dentro tiene varias filosofías de estilo en perfecta simbiosis. Nos envuelve una atmósfera con matices deportivos, señoriales, prácticos, de alta tecnología y de confort. Estos matices en conjunto proporcionan una estancia agradable a bordo de este coche, en trayectos cortos y largos. Los pasajeros irán bastante cómodos incluyendo gente corpulenta, aunque las plazas traseras no son las mejores del mercado para ir tres adultos, pero bastante buenas si se trata de dos. También forma parte de este acabado el reposabrazos central trasero, donde podemos colocar ciertos objetos y un par de bebidas.

El puesto de conducción es una delicia, a la altura de rivales de mayor calado. Es fácil encontrar una postura en la que nos sintamos cómodos, ya sea en plan confort o en postura más deportiva. Los dos asientos delanteros tienen ajuste eléctrico con ochi reglajes en esta versión. Los mandos están muy a mano, no cuesta encontrar nada. De todas formas, conviene familiarizarse con el mando satélite tras el volante para el equipo de sonido o los controles del regulador de velocidad (sobre el volante, es opcional).

El manejo de la consola central está muy simplificado y facilita la vida al conductor, tan sólo el navegador requiere un poco de esfuerzo. Para solucionar este pequeño inconveniente y mejorar la seguridad, Ford ofrece el sistema V2C, de reconocimiento de órdenes vocales, con el que podemos controlar el climatizador, equipo de sonido, el teléfono manos libres, etcétera. En cuanto al tablero de instrumentos, la lectura de los datos es instantánea. La información del ordenador de a bordo podemos verla en sistema europeo (kilómetros/litros) o americano (millas/galones).

La insonorización está muy conseguida y se puede rodar moderadamente rápido sin molestias a nivel acústico o aerodinámico. Cuando no se exige el máximo del motor TDCi, la verdad es que apenas se nota en marcha. Notaremos ciertas vibraciones en la dirección y el acelerador, pero es algo normal. Como la suspensión está algo durilla, en asfaltos poco cuidados vamos a notar un particular masaje en las posaderas. Es el precio a pagar por la estabilidad que nos ofrece. El discreto tintado de las lunas ofrece confort térmico adicional.

El maletero del Mondeo es uno de los más grandes entre sus competidores. Nuestro protagonista es sedán, la capacidad es sensiblemente inferior al modelo de cinco puertas. Con 500 litros tenemos de sobra para el equipaje de 4 pasajeros y más que suficiente para una escapada de vacaciones con el coche al completo. La superficie es muy regular y la boca de carga, muy amplia, facilita ubicar el equipaje y sacarlo. Bajo el plano de carga, una rueda de repuesto y las herramientas necesarias para su reemplazo.

Ford Mondeo 2.2 TDCi

La conducción

Quizá alguno de nuestros lectores aún recela de las posibilidades deportivas de un diésel, o que simplemente, no llamen su atención. Es más que probable que sus impresiones cambien si prueba un coche como éste. Bajo el capó el Mondeo monta una joya de ingeniería, un motor turbodiésel de 2.198 cm³, que entrega 155 CV y un monstruoso par motor de 360 Nm durante un amplio margen de RPM, de 1.800 a 2.250. No es un motor de origen PSA y se usa también en el Jaguar X-Type. En adelantamientos (pisando a fondo) tendremos un empuje temporal de más de 400 Nm, que dura unos 10 segundos. La marca declara una cifra de 408 Nm, aunque compañeros de profesión han corroborado en el correvit que la cifra real es superior.

Traducido a prestaciones, es un cóctel explosivo. Acelera de 0-100 en 8,7 segundos y adelanta de maravilla (80-120) en casi 7 segundos en 4ª, unos 9 segundos en 5ª y 13 en 6ª; la velocidad punta está cifrada en 223 Km/h. La elección de los desarrollos de la transmisión es bastante acertada, a ritmos «civilizados» y salvajes. En carreteras normales, el motor irá cómodo en 4ª y 5ª sobre todo, siendo la 6ª para autopista (no menos de 100) y para rodar «ligeritos». Si rodásemos por autopistas Autobahn sin límite de velocidad, podríamos mantener agradables cruceros más allá de los 160 sin perder fuelle en cambios de rasante gracias a su par motor. La entrega de fuerza es muy discreta por debajo de 1.800 RPM (algo muy habitual en un diésel), desde ese momento y hasta recién pasadas las 4.000, el motor empuja de cine. Sirva como ejemplo gráfico que el par motor del 2.2 TDCi dobla en la práctica al del 2.0 gasolina de Mazda (ver prueba del Mazda3 2.0), que declara 150 CV.

Los consumos son razonables teniendo en cuenta la potencia y la cifra sobre la báscula (casi 1.500 kilos) de la berlina Ford. En nuestra prueba obtuvimos un consumo mixto de 6,9 litros, dándole alegría al acelerador sin sobrepasar gran cosa los límites legales de velocidad, habiéndonos metido por poblados y por un par de puertos de montaña. A ritmos tranquilos el consumo extraurbano está alrededor de los 5-6 litros, el mixto sobre los 7 y el urbano entre 8 y 9. En conducción deportiva es raro superar los 11 litros, como se puso de manifiesto en la carrera «24 horas Ford Mondeo TDCi» que organizó el fabricante en el circuito del Jarama. El futuro propietario que no tenga en mente salirse de la conducción tranquila, puede adquirir un Titanium X con el 2.0 TDCi de 130 CV. El 2.2 va recomendado a quien disfruta de la conducción deportiva o le importa poco pagar multas por exceso de velocidad. Nosotros, como es habitual, no recomendamos esto último.

El comportamiento del coche en toda situación es ejemplar, y aunque no esté al mismo nivel que otras berlinas deportivas como la Serie 3 de BMW o Audi A4, no deja mal sabor de boca. Por muy americano que sea el Mondeo, está hecho para el mercado europeo y la tracción delantera ayuda a mantener el control del coche (una versión de tracción trasera sería especialmente atractiva para los más osados). El tarado firme de las suspensiones, la agilidad del chasis y los neumáticos de perfil bajo hacen del Mondeo una berlina muy estable y relativamente segura.

Un detalle que no nos ha gustado es que el control de estabilidad y tracción es un extra, cuando en un coche de su precio y potencia no estaría de mas tenerlo de serie. Nuestra unidad equipaba el ESP, y se porta de maravilla aun buscando los límites del coche. Como no podía ser de otra forma, la frenada es eficaz y contundente (a 120 requiere poco más de 50 metros para una detención total), a pesar de que sus frenos de disco no sean espectacularmente grandes (300 mm delante y 280 mm detrás).

En general es un diésel muy agradable de conducir. Nada más sacarlo del parking de prensa de Ford ya se podía apreciar lo nervioso que es el 2.2 TDCi y la necesidad de manejar el embrague con cariño. Se nota la diferencia de vibraciones en frío y caliente un poco más que en otro modelos turbodiésel. Respecto a la competencia está bastante bien ubicado, pocos motores están por encima, como es el 2.2 D-4D CAT de Toyota (180 CV) y unas emisiones contaminantes inferiores. Un aspecto muy a favor del 2.2 TDCi es que el sonido es pseudodeportivo y da gusto oírlo, haciendo una comparación con otros bloques de gasóleo de esa cilindrada.

El conductor agradece especialmente la precisión de la dirección asistida (variable en función de la velocidad, un poco lenta) y la precisión del cambio Durashift de seis velocidades (no permite cambiar muy rápido por la resistencia al movimiento de la palanca). El tacto al freno es un tanto particular, algo duro. Estos detalles serán juzgados de una forma o de otra en función de quién se ponga a conducir.

Ford Mondeo 2.2 TDCi

Equipamiento

Resulta generoso en cuando a equipamiento la versión Titanium X. Después de todo, lo estamos pagando, ya que hablamos de un coche de cinco millones de las antiguas pesetas. Los extras no son muy numerosos y los precios son razonables, sobre todo mirando lo que cuestan los extras en berlinas deportivas de la competencia. Si mira nuestras fotografías con detalle, debe saber que nuestra unidad iba equipada al máximo: techo solar, xenón, navegador, ESP… La relación equipamiento/precio favorece mucho al Mondeo dentro de su segmento.

En seguridad activa y pasiva no es el último grito, ya que el restyling sufrido no ha afectado esta característica desde que el Mondeo salió al mercado en la generación previa. Cinturones con pretensor pirotécnico y limitador de esfuerzo delante, reposacabezas activos delante y normales atrás, seis airbags, chivato de cinturón, pedal de freno retráctil… En 2002 el Mondeo obtuvo cuatro estrellas de protección de ocupantes EuroNCAP y dos de protección infantil, un valor bueno pero ya superado por sus competidores más rejuvenecidos. No podía faltar el ABS, asistencia a la frenada de emergencia y el IPS, el sistema de protección inteligente de Ford. Esto es así en toda la gama Mondeo. No obstante se agradecen «detalles» como las luces automáticas, los faros de xenón, el sensor de lluvia…

Ford Mondeo 2.2 TDCi

Valoración general

A favor En contra
Motor estupendo. Recuperaciones ágiles. Consumos razonables ESP/TCS opcional
Relación precio/equipamiento Restyling muy discreto, muy similar al Mondeo de 2004
Elección muy satisfactoria en general Tacto de pedales, dirección y cambio según gustos

En un segmento tan competitivo y veterano como es el de las berlinas, suele ser difícil elegir el coche adecuado. Nuestro protagonista aúna un motor de alto rendimiento, nivel de equipamiento alto, comodidad para sus ocupantes, buen nivel de seguridad (los hay mejores), sin olvidarnos del factor deportivo y la atractiva imagen del Titanium X. Es un coche que puede enamorar a un conductor de ventipocos años o de más de 50, pasando por los 30 y 40, está abierto a un público muy amplio. A unos le gustará su imagen y respuesta, a otros el ambiente señorial, a otros su precio… Los padres de familia que estén dubitativos tendrán más fácil su elección si les decimos que existen posibilidades de entretenimiento (música independiente atrás por auriculares, sistema DVD…) para los más pequeños por un coste aceptable. También hay versión familiar, Mondeo Wagon.

Tratando de hacer una síntesis de todo lo que les hemos contado, la versión que hemos probado del Mondeo es sumamente atractiva, le podemos echar poco en cara, son detalles de poca importancia. Es probable que desembarque en 2006 el sucesor del actual Mondeo (pues la gama actual apenas se diferencia de la anterior), con los correspondientes adelantos en tecnología, estética y seguridad, para incluirse en el club de los cinco estrellas EuroNCAP y cómo no, para competir en igualdad de condiciones con sus rivales, casi todos puestos al día desde 1-2 años. Por 30.000 euros, el Mondeo 2.2 TDCi Titanium X es una de las berlinas diésel más potentes y mejor equipadas que podrá encontrar en el mercado. Como siempre, usted decide.

Características técnicas

Mondeo 4p 2.2 TDCi

  • Cilindrada: 2.198 cm³
  • Motor: 4 cilindros en línea transversal (155 CV)
  • Par máximo: 360 Nm CEE a 1.800-2.250 RPM
  • Peso en orden de marcha: 1.467 Kg
  • Velocidad máxima: 220 km/h
  • Aceleración de 0 a 100 km/h: 8,7 s
  • Transmisión: Manual de 6 velocidades
  • Consumo urbano: 8,2 l/100 km
  • Consumo extraurbano: 4,9 l/100 km
  • Consumo mixto: 6,1 l/100 km
  • Combustible: Gasóleo
  • Capacidad del depósito: 56 litros
  • Capacidad del maletero: 500 litros
  • Neumáticos: 225/40 R18 – 7,0×18

Ford Mondeo Titanium X (II)

Créditos: Carlos del Valle Cifuentes

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