- Fecha: Agosto de 2005
- Unidades probadas: Evanda (V200) CDX automático
- Motorización: 2.0 16v (131 CV) – Gasolina
- Calificación: 4/5
¿Quién no ha deseado alguna vez una berlina distinguida? Casi siempre, el precio es el principal motivo que echa atrás en una compra de ese tipo. En esta ocasión, nuestro protagonista combina con sabio acierto un nivel notable de lujo y precio generalista. Sin llegar a 24.000 € podemos tener una berlina con un interior comparable a modelos similares de alta gama de principios de los 90, como la serie 8 de Rover o Jaguar.
Exterior
El Evanda empezó a comercializarse en 2002 por Daewoo, ahora se venden como Chevrolet. La únicas diferencias entre uno y otro es la parrilla frontal, escudo del volante y el logotipo de marca. No hay cambios respecto a diseño. Echamos de menos un limpialuneta en la parte trasera en los días de lluvia.
Se trata de un sedán de 4 puertas de concepción clásica, bastante elegante y estilizado, con todos los embellecedores de serie: llantas de aleación de 16″, paragolpes y tiradores en color carrocería, molduras laterales de protección, etc. Las luces antiniebla delanteras también son elementos de serie, de hecho, el color es lo único que se nos permite elegir en el Evanda, pues la política de opciones está cerrada.
Interior
Que el precio no nos engañe, por dentro el Evanda sorprende bastante. Nos encontramos con materiales de calidad aparente: cuero negro y beige chum, inserciones en aluminio y madera veteada símil. Cada rincón está realizado con mucho cuidado, está bien acabado, salvo alguna excepción. No nos topamos con ningún cable al descubierto, el uso de plásticos es moderado y en zonas donde no se suele poner la mano (muy arriba o muy abajo).
Nos sentamos al volante y nos encontramos muy cómodos, gracias al asiento de ajuste eléctrico con posibilidad de regular la altura, profundidad, inflado de la zona lumbar (este es manual) y la inclinación. El copiloto dispone de los mismos ajustes menos altura, de forma manual. Aunque el volante sólo se regula en inclinación, se trata de un puesto de conducción bien diseñado y confortable. La filosofía de disposición de los mandos es muy conservadora, de modo que no cuesta ningún esfuerzo encontrar nada y los huecos son de fácil acceso para el conductor, pensando en el perfil de conductor que suele viajar solo.
Hay varios detalles que amenizan la vida a bordo, como el tarjetero de la izquierda, control de velocidad, mandos en el volante, sensor de lluvia, climatizador automático (monozona con filtro antipólen), compartimiento para gafas, espacio para monedas, doble posavasos, un cofre central de dos pisos y el cenicero de fácil apertura. El copiloto dispone para sí de una discreta guantera en la que, ciertamente, caben muy pocas cosas. Pensando en los propietarios que viven en zonas de duros inviernos, hay calefacción para retrovisores, luna delantera, luna trasera y los asientos delanteros, facilitando la visión y entrar en calor de forma rápida. Acerca de los espejos, los exteriores se pueden plegar eléctricamente y se inclinan al insertar la marcha atrás. Por su parte, el espejo interior tiene la función de antideslumbrado automática.
El sistema de audio se adapta a múltiples necesidades, al contar con cargador integrado de 5 CDs (sin MP3), lector de cintas y radio RDS. Asociado al equipo va un sistema de 6 altavoces con la potencia adecuada, que en el caso de ir desconectado, apreciaremos el trabajo de insonorización de los ingenieros de Chevrolet. Pasados los 140 Km/h es cuando los ruidos aerodinámicos empiezan a notarse y el propio motor, que pasadas las 3.000 RPM no es muy silencioso que digamos. En la versión de cambio automático esto adquiere un mayor énfasis, pues es una caja de 4 relaciones, y la 4ª velocidad se sitúa entre el desarrollo de una 4ª y una 5ª estándar: (0,717). Esto significa que el motor irá ligeramente más revoluciondo que en la versión de cambio manual a igual velocidad, y por tanto, más ruido.
Los asientos son confortables al nivel de fabricantes de alta gama, ni blandos ni duros y amenizan los viajes de cualquier duración. En la parte trasera se viaja muy bien, incluso en la parte central, si la espalda del pasajero no es muy ancha. Si sólo van 2 personas atrás, lo suyo es abatir el asiento central, que dota de un pequeño reposabrazos o sin tapa, doble portabebidas y un compartimiento de uso general. El espacio para las piernas es generoso, los brazos van descansados sobre los espacios al efecto sobre las puertas y personas altas (no más de 1,80) se encuentran a gusto.
El maletero no es demasiado grande, cubica 435 litros y cuenta con una superficie lisa, aunque es irregular en el contorno. Bajo el plano de carga se aloja una rueda de repuesto igual que las demás, con llanta de aleación, el kit usual de herramientas, triángulos, etc. La boca de carga se queda algo estrecha por el tamaño de los pilotos traseros. Los asientos se pueden abatir de forma asimétrica (60/40) en dos piezas.
La conducción
La única posibilidad motriz para el Evanda es un motor 2.0 gasolina de inyección multipunto y doble árbol de levas en cabeza (DOHC), que por su potencia, 131 CV, pertenece a una época superada en motores atmosféricos de gasolina. Se porta bien en regímenes bajos, por debajo de las 3.000 revoluciones, siendo silencioso y con una respuesta buena. A velocidades de crucero, la caja de cambios automática mantiene el motor en regímenes típicos de motores diésel.
No es una opción deportiva, está pensado para un uso más relajado y sin ganas de superar ocasionalmente límites de velocidad ni atacar duros puertos de montaña. No se cae, pero el motor sufre en pendientes prolongadas. Por encima de el margen comentado de RPM, la aceleración es pobre. Sobre llano, y con sólo el conductor, necesitó unos 14 segundos para pasar de 80 a 120 KM/h en programa D (no posee programa Sport). Los adelantamientos, en consecuencia, serán menores de los deseados. Pisando el acelerador a fondo básicamente sólo obtenemos 2 efectos: ruido y vibraciones.
Otro hándicap de este modelo es la caja de cambios, que emplea 4 relaciones, lo que significa desarrollos largos y menor aprovechamiento del par motor, 180 Nm a 4.200 RPM. La mayoría de cambios automáticos hoy día son de 5 ó 6 relaciones, y en modelos de alta gama incluso 7. El coche está pensado para conductores de mediana edad, que no sean amantes de la deportividad (eso si, los 190 Km/h los coge), y que recorran mucha autopista o ciudad. Las carreteras de segunda categoría no son su terreno ideal, aunque se porta bien. El reglaje de suspensiones busca más el confort que agarre, pero de forma equilibrada.
No posee control de estabilidad sino de tracción, pero su comportamiento noble y predecible en las curvas y en situaciones forzadas lo hacen relativamente seguro, y además, frena estupendamente. El tamaño de los discos (ventilados delante, macizos detrás) se queda un poco justo para un coche de su clase, mientras no se les exijan esfuerzos continuados, cumplen con su trabajo de forma eficaz.
La dirección asistida es de asistencia variable, es decir, se endurece en función de la velocidad. El manejo del volante es estupendo, por la forma y el agradable tacto del cuero. Contiene un contrapeso interno que si bien no favorece contravolantes ágiles en una situación de emergencia (algo que difícilmente se va a dar), aumenta el confort durante la marcha. Para la ciudad y aparcamientos complicados, es un coche muy maniobrable (casi 11 metros entre topes). El cambio automático (versión AT) proporciona un confort elevado y nos permite concentrarnos de lleno en el tráfico. La palanca es de tipo americano (P, R, N, D, 3, 2, 1), con un selector especial para bloquear una marcha (botón HOLD).
Para las bajadas pronunciadas las marchas 3 y 2 son especialmente útiles al forzar la retención. La relación 1 es adecuada para parkings o situaciones de muy baja velocidad. No hay posibilidad de cambio secuencial semiautomático ni programa deportivo. El paso de una marcha a otra es muy suave y difícilmente perceptible. Al pisar a fondo, como en un adelantamiento, reacciona rápido insertando la 2ª o 3ª dependiendo de la velocidad, es el motor el que hace perder segundos en la maniobra. No hace falta mirar la palanca, pues en el salpicadero se indica de forma clara y visible la relación que estamos utilizando en cada momento.
La pega del cambio automático es que aprovecha menos el motor, si es más importante las prestaciones que el confort, el cambio manual es de 5 relaciones y baja el precio hasta los 22.000 euros. En cuanto a consumos, el rendimiento del motor es pobre, pues la media en ciclo mixto es de unos 9-10 litros en adelante, respetando todos los límites de velocidad e incluso sin llegar a tocarlos, por lo que la cifra realista se puede situar en 10-11 litros; traga mucho para lo que anda, pero su depósito de 65 litros le dota de una autonomía respetable. Carece de ordenador de a bordo, con lo que el gasto lo tendremos que medir por surtidor y calculadora.
Si el consumo no importa mucho, el Evanda es una de las mejores opciones en cuanto a relación coche/precio. Si el gasto es muy importante, no hay opción a diesel, habría que considerar otras alternativas o esperar al sucesor del Evanda, de aquí a unos meses, que tal vez monte un bloque turbodiesel de 2 litros como alternativa al 2.0i DOHC.
Equipamiento
El nivel de equipamiento es adecuado al planteamiento de coche que persigue, una berlina de «representación» por poco dinero. No instala sistemas sofisticados de navegación, ni control de luces automáticas, ni climatizador bizona, etc. que sí ofrecen sus competidores -como Citroën C5, Peugeot 407, Ford Mondeo…- pero para quien no busque sofisticación ni funciones que no va a usar, le viene como un guante. La política de opciones está cerrada, de modo que todo lo comentado es equipamiento de serie, y sólo se comercializa una versión, CDX.
Elevalunas eléctricos en todas las ventanas (sólo el del conductor es de un toque y al bajarlo, no al subirlo), dirección asistida variable, equipo de sonido, climatizador automático con aire acondicionado, interior en materiales nobles, asientos de cuero con ajuste eléctrico para el conductor, multitud de elementos calefactables, cierre centralizado manual… completan la dotación de serie.
En seguridad activa y pasiva, no está mal: ABS, faros antiniebla, control de tracción (impide patinazos), presume de una estructura muy robusta (el fabricante dice haber realizado 250 pruebas de impacto), cinturones en las 5 plazas de 3 puntos -los delanteros con pretensor pirotécnico, limitador de esfuerzo y ajuste en altura-, airbag de conductor, pasajero y laterales delanteros, reposacabezas para todos, etcétera.
Valoración general
A favor | En contra |
---|---|
– Cumple con el planteamiento perseguido. Equipamiento adecuado | – Rendimiento pobre del motor 2.0i. Sin alternativa diésel |
– Berlina de «representación» a precio de generalista | – Poco atractivo para otros segmentos, muy conservador |
– Confort notable | – Política de opciones cerrada |
Para el tipo de público al que va dirigido, está bien planteado. Conducción suave, con gran nivel de confort e interior tirando a lujoso, por un precio razonable. El motor puede que se quede algo corto -principalmente por los desarrollos- para conductores exigentes, pero tiene a su favor un mantenimiento reducido y una garantía de 3 años ó 100.000 kilómetros, que cubre la mano de obra y materiales excepto neumáticos y pastillas de freno.
La versión automática maximiza el agrado de conducción por ciudad, carreteras nacionales y autovías, siendo facilísimo de conducir, incluyendo conductores no habituales o eventualmente, noveles. En general, la versión manual es mejor idea ya que baja el precio en 1.400 euros y el consumo, con mejora de prestaciones. Tiene un nivel de seguridad bueno, algo por debajo de lo que se ofrece hoy día por la competencia, pero acorde a la fecha en la que salió al mercado el modelo original, hace casi 3 años.
Queda por mejorar el rendimiento del motor, y alguna posibilidad de extras. Haciendo balance, es un coche muy recomendable. Si el lujo es menos importante, la competencia ofrece motores turbodiésel muy ahorradores, un equipamiento de serie peor, pero flexible a las demandas del usuario mediante extras.
Características técnicas
Evanda 2.0 CDX AT
- Cilindrada: 1.998 cm³
- Motor: 4 cilindros en línea transversal (131 CV)
- Par máximo: 181 Nm CEE a 4.200 RPM
- Peso en orden de marcha: 1.435 Kg
- Velocidad máxima: 190 km/h
- Aceleración de 0 a 100 km/h: 11,8 s
- Transmisión: Automática de 4 velocidades
- Consumo mixto: 9,6 l/100 km
- Combustible: Gasolina
- Capacidad del depósito: 65 litros
- Capacidad del maletero: 435 litros
- Neumáticos: 205/55 R16
Chevrolet Evanda 2.0 CDX AT
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Créditos: Carlos del Valle Cifuentes
Tengo el testigo de avería encendido y no se apaga que me aconsejas, el coche es un darwoo Evan da. 2.0.
Como solucionar esta incidencia por mi cuenta,gracias un saludo cordial.
Hola José Manuel. Necesitas que alguien te meta una máquina de diagnóstico para saber cuál es el código de error, y así podrás saber de qué se trata, como un error de inyección del motor. Mi consejo es que vayas a un taller, por si es algo serio.
Si tienes una luz roja que no se apaga es muy serio, y deberías llevar el coche en grúa al taller.
Quería saber que puede ha podido pasar para que no me funcione el control de velocidad de un chebrolet evanda y cuanto puede costar al igual que cambiarle la correa de distribución porque el kit no creo que haga falta sólo tiene 42 km